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Los derechos de un hijo desheredado a su legítima herencia

legítima herencia

El hecho de negar a un hijo la parte de los bienes que le corresponden es una decisión muy extrema a la que se puede llegar tras unos hechos graves, como respuesta a determinados comportamientos. La duda de quienes toman esta decisión, normalmente traumática, es qué ocurrirá con esa parte de la herencia que por ley pertenece a los herederos, es decir, si es legal privar a un hijo de su legítima. Esta situación se debe resolver siempre, tal y como establece la ley y tener claro qué implica la desheredación de un hijo.

La desheredación se define como un proceso por el que se impide que un heredero reciba parte de los bienes que le corresponden en la herencia. Tomar una decisión de este tipo implica que esa persona por el motivo que sea, no va a obtener nada del patrimonio de los padres, porque estos desean que sea así. Este hecho choca con un tema relevante: todos los herederos forzosos, por ley, tienen derecho a parte de la herencia en cualquier caso, solo por eso, por ser considerados herederos forzosos.

¿Qué son los herederos forzosos?

Según el Código Civil, son herederos forzosos hijos y descendientes, padres y ascendientes y cónyuge o pareja. En cualquier caso, esas personas tienen derecho a un reparto igualitario de la herencia legítima.

Por su parte, la herencia legítima es la parte de los bienes del fallecido de la que no puede disponer libremente, sino que está obligado a repartir entre sus herederos forzosos, y hacerlo de manera igualitaria. La cantidad a la que nos referimos es a un tercio del conjunto de la herencia, del resto, los dos tercios restantes, llamados de mejora y libre disposición, sí puede disponer como considere conveniente. De esta forma, no parece posible privar a un heredero de esa parte que le corresponde, según la ley.

Desheredar a un heredero

Si nos planteamos la pregunta de si es posible desheredar a un heredero, la respuesta es que sí. Es posible mediante un proceso que el testador puede decidir, y llevar a  cabo, pero siempre bajo determinadas condiciones.

La primera de ellas, y esencial, es que debe realizar testamento, sin él, estaríamos ante una sucesión ab intestato donde los bienes se reparten según la ley. Tan sólo con un testamento que indique, expresamente, la decisión de no incluir a un heredero en el reparto de la herencia, puede llevarse a cabo.

Pero si vamos un poco más allá, además de exponer el motivo, debe justificarlo, es decir, ha de ser una decisión fundamentada que acredite con pruebas qué ha ocurrido para llegar a esa situación. Estamos hablando de quitar a alguien lo que le corresponde por ley, y debe hacerse con razones de peso, y no por una decisión sin fundamento tomada a la ligera. Ha de haber, de forma obligatoria, unos motivos para hacerlo.

¿Qué motivos contempla la ley para desheredar?

Cuando hablamos de desheredaciones, las más habituales se producen hacia los descendientes y a la pareja, dejando a los ascendientes, por lo general, con lo que les corresponde. En cualquiera de los casos, siempre es necesario probar los hechos que avalen una decisión así.

Los que solemos encontrar, son estas acciones en contra de uno de los progenitores: Negar, sin razón legítima alimentos. Maltratar física o psicológicamente. Acusar falsamente de un delito. Atentar contra su vida u obligar mediante amenazas o violencia, a la realización de un testamento en su beneficio. Algo importante es que deben haber sido denunciados, juzgados y sentenciados, para ser considerados legítimos ante un intento de desheredación.

¿Tiene derecho a la legítima un desheredado?

Debemos decir que no, un desheredado no tiene derecho a la legítima, incluso la parte de la legítima que le corresponde se puede negar mediante una desheredación. Cuando se hace de la manera que dicta la ley, con un testamento que lo indique y, aportando pruebas que fundamenten la decisión, el heredero en cuestión puede perder su derecho a la herencia legítima que le corresponde.

En este caso, una de las consultas más recurrentes es si existe una posibilidad de que los descendientes del desheredado reciban la herencia que correspondía a los progenitores. Un ejemplo sería en el que una persona decide desheredar a su único hijo, y así lo indica en el testamento. Los nietos del fallecido en ese caso, sí tienen derecho a la herencia de su padre, en lo que se denomina derecho de representación.

El derecho de representación es el mismo principio que se usa en caso de que un hijo fallezca antes que su padre, así, los descendientes del fallecido tienen derecho a la herencia que hubiera correspondido al progenitor. Lo más habitual es que, llegado el caso, el heredero privado de toda su herencia no va a estar de acuerdo, e intentará impugnar este testamento, algo que puede hacer, y tomar acción para reclamar lo que es suyo.

Derecho a reclamar o impugnar una herencia

El derecho a reclamar o impugnar una herencia es el derecho que tiene toda persona que considera que ha sido desheredada de manera injusta. En este caso, debe demostrar que los hechos que se indican en el testamento no son ciertos, y, a falta de testador, son los demás herederos quienes han de probar que sí lo son.

Una situación tan compleja, con todos los herederos enfrentados, es difícil de solucionar si quien ha tomado la decisión no está presente. Por esa razón, se recomienda la realización, en cualquier caso, de testamento y, si se tiene en mente desheredar, que se aporte toda la documentación que lo justifique. Todo esto consigue dar claridad y solidez a la decisión para que no pueda ser impugnada cuando ya nos hayamos ido.

Procedimiento judicial para impugnar una desheredación

Ya hemos comentado que privar a alguien de esa herencia que es suya, exige documentos y pruebas que lo justifiquen. Bien, pues cuando se pretende impugnar un testamento, se debe actuar de la misma manera. Un procedimiento de impugnación para reclamar una herencia necesita razones que demuestren los argumentos, que aseguren alguna irregularidad, o den fuerza a que, lo que dice, no tiene fundamento. Se trata de evidenciar que no existe razón de peso, para que una persona no reciba eso que, por ley, le pertenece.

El juez analizará lo presentado por ambas partes y tomará una decisión, si la desheredación es válida, o es declarada nula y esa persona debe ser tenida en cuenta en el reparto del patrimonio. Los procesos legales, como éste, en los que la persona que toma una decisión ya no está, necesitan de un perfecto conocimiento de cómo se debe actuar.

Tener presentes los plazos, modos, qué se debe presentar y quién debe hacerlo, son pasos imprescindibles para conseguir que la decisión del juez se incline a nuestro favor. Sin ese conocimiento de Derecho Hereditario, desheredar a alguien o evitar que se lo hagan a uno puede ser un camino largo y farragoso que no llegue a ningún sitio.