La inminente implantación de Verifactu, el sistema de facturación electrónica de validación inmediata con la Agencia Tributaria, representa un cambio decisivo en la forma de trabajar de asesorías fiscales, contables y pymes en toda España. Este nuevo marco normativo, integrado en la Ley Crea y Crece, exige que todas las facturas emitidas se registren y comuniquen en tiempo real mediante un software homologado por la Agencia Tributaria.
La transformación no es meramente técnica: obliga a repensar el rol de los despachos profesionales, que dejarán de centrarse en la mera introducción de datos para asumir un papel más analítico, estratégico y de acompañamiento empresarial.
Un contexto de digitalización acelerada
El mercado ya avanza con paso firme hacia la facturación electrónica. En 2024 se intercambiaron en España más de 557 millones de facturas electrónicas en entornos B2B, un incremento del 21,18 % respecto al año anterior, según el informe SERES eInvoicing. Este crecimiento permitió un ahorro de 4.300 millones de euros y evitó la emisión de 933.000 toneladas de CO₂, equivalente a la tala de más de 31.000 árboles.
Sin embargo, el 95 % de las pequeñas asesorías sigue utilizando Excel como herramienta principal. Esta dependencia de sistemas manuales dificulta su capacidad de adaptación a las nuevas exigencias legales y limita la escalabilidad de sus servicios.

Claves de la normativa Verifactu
La normativa establece que todas las facturas deben generarse en un sistema informático capaz de validar y enviar los datos en tiempo real a la Agencia Tributaria. Entre los requisitos principales destacan:
- Software homologado: el programa debe estar certificado por la Agencia Tributaria para garantizar la integridad de los datos.
- Comunicación inmediata: las facturas se registran de forma automática en la plataforma de la AEAT en el momento de su emisión.
- Trazabilidad y seguridad: cada factura debe contar con un registro inviolable que asegure su autenticidad y evite manipulaciones.
- Almacenamiento digital: las empresas están obligadas a conservar los datos de forma electrónica, accesible y segura durante los plazos legales de prescripción fiscal.
Este enfoque elimina definitivamente las hojas de cálculo como método de trabajo y obliga a pymes, autónomos y despachos a adoptar soluciones digitales integrales.
Impacto en las asesorías fiscales
Hasta ahora, muchos despachos dedicaban entre 10 y 15 horas semanales a la introducción manual de datos, conciliaciones contables y validaciones fiscales. Con la automatización que impone Verifactu, se prevé una reducción de hasta un 40 % del tiempo destinado a tareas mecánicas, e incluso del 50 % en procesos de validación e integración de facturas.
La consecuencia es doble:
- Mayor eficiencia operativa: la eliminación de duplicidades y la validación automática permiten ofrecer informes financieros actualizados de forma instantánea.
- Enfoque estratégico: liberados de tareas repetitivas, los asesores pueden centrarse en planificación fiscal, análisis de costes, gestión de liquidez y anticipación de riesgos financieros.
Esto supone una transición del asesor administrativo al socio estratégico, capaz de aportar valor añadido en la toma de decisiones empresariales.

Beneficios para las pymes y autónomos
En un país donde más del 99 % del tejido empresarial lo conforman pymes y trabajadores autónomos, la entrada en vigor de Verifactu se traduce en ventajas significativas:
- Ahorro de costes: menos horas administrativas y mayor eficiencia reducen el gasto interno y permiten destinar recursos a servicios de mayor valor.
- Decisiones basadas en datos: la disponibilidad de información en tiempo real facilita la planificación de inversiones, la optimización de la tesorería y el control del flujo de caja.
- Acceso a financiación: un histórico financiero digital, sólido y transparente mejora la relación con entidades bancarias e inversores, favoreciendo la concesión de créditos.
- Cumplimiento normativo seguro: la automatización reduce el riesgo de sanciones derivadas de errores humanos o retrasos en las obligaciones fiscales.
En la práctica, Verifactu no solo cumple un objetivo de control tributario, sino que aumenta la competitividad de las empresas que lo implementan correctamente.
El papel estratégico de los procuradores
Aunque Verifactu afecta principalmente a la gestión fiscal y contable, los procuradores de los tribunales tienen un rol esencial en este nuevo escenario digital. Su experiencia en gestión de trámites electrónicos, notificaciones y comunicación telemática con la Administración de Justicia les convierte en aliados fundamentales para empresas y asesorías que deben garantizar la legalidad de sus procesos digitales.
Los procuradores pueden aportar valor en varios frentes:
- Acreditación de autenticidad y validez: en caso de discrepancias o litigios, el procurador puede certificar la integridad de los registros electrónicos enviados a la Agencia Tributaria.
- Presentación de documentación en procesos contenciosos: ante posibles sanciones o conflictos fiscales, el procurador asegura que toda la información requerida se entregue de forma correcta y dentro de los plazos procesales.
- Prueba digital: su capacidad para dar fe de la integridad y trazabilidad de las comunicaciones electrónicas refuerza la seguridad jurídica de las empresas.
En este contexto, profesionales como Francisco Franco González, Procurador de los Tribunales, resultan especialmente relevantes para acompañar a las pymes y asesorías en la transición a un entorno digital plenamente auditado.

Una nueva definición para el trabajo de las asesorías fiscales
La llegada de Verifactu no solo redefine el trabajo de las asesorías fiscales; marca un cambio profundo en el ecosistema de servicios profesionales. La digitalización deja de ser una mera opción para convertirse en una exigencia de competitividad, eficiencia y cumplimiento normativo.
Asesorías, pymes y autónomos deberán adaptarse con rapidez, incorporando software homologado y revisando sus procesos internos. A su vez, los procuradores se consolidan como garantes de la legalidad y la seguridad jurídica, proporcionando soporte esencial en la validación de registros electrónicos y en la resolución de conflictos derivados de la facturación digital.
En definitiva, Verifactu inaugura una nueva era en la relación entre empresas, Administración Tributaria y profesionales del ámbito legal, donde la colaboración entre asesores y procuradores será clave para afrontar con éxito los retos de la economía digital.